martes, 26 de junio de 2012

25 de Junio de 2012.

El tema del día: 
¡La carrera PERFECTA de Alonso (Fernando)! Días antes, la selección española se deshacía de Francia en la Eurocopa con 2 goles de Alonso (Xabi). Ahora toca esperar a Portugal.








Por fin empiezo a vislumbrar el final del cuadro. Espero terminarlo antes de las vacaciones. El esfumado de la pared del fondo tiene más sentido hoy (además, ahora está mejor). Empiezo a sentir la sensación de movimiento, de que algo está pasando. Sin embargo, dudo: ¿Es el pasado que se "mueve" hacia al momento presente y coloca a los personajes, o existe una fuerza que "tira" de la escena y los acabará absorbiendo... 


¿Tú que crees? (por favor, déjame tu comentario...)
Estado del cuadro a 25 de Junio de 2012
La verdad es que, como dice E., se trata de un ejercicio. El aspecto que tiene me va gustando, parece que van estando equilibrados los pesos: A la derecha, el detalle, a la izquierda, el tamaño. 
La idea no surgió de mí, sino de mi profe, por lo que es complicado hacer del ejercicio un "algo" mío. Eso está reservado a los artistas, que piensan en una obra y luego la ejecutan (o, si acaso, van pensándola sobre la marcha). Yo aún no me puedo permitir pensar mucho en la obra porque necesito todo mi cerebro para la ejecución.
Pero al final me gustaría que acabe teniendo sentido. Hacerla mía.




El aprendiz.

lunes, 25 de junio de 2012

Reflexiones sobre la técnica HDR

Además de la pintura, mi otra gran afición es la fotografía. Sí, ya sé que es muy poco original. Hoy en día, con la popularización de la fotografía digital de mediana-alta calidad, ¿quien no lo es?. En cualquier caso, a mí lo que me gusta es HACER fotos. Y generalmente disfruto menos VIÉNDOLAS (incluso las mías)
El caso es que existe una técnica digital llamada "HDR (High Dynamic Range)" que se ha hecho muy popular, aunque yo más bien diría que es una plaga. Para aquellos que no sepáis en qué consiste, y sin entrar en detalles técnicos, os diré que básicamente consiste en convertir esto:
Foto original
En esto:
Foto HDR
(Pido perdón a PZ., que es el propietario, por usarlas como ejemplo. Él sabe que me gustan sus fotos, sobre todo sin retoque)
Si os fijáis, os daréis cuenta de que muchas fotos que se publican llevan aplicada esta técnica, además de muchas otras.
Es posible que la toma original tenga defectos. Una leve corrección Gamma o de la luminosidad puede ayudar a mejorar el resultado sin alterarlo. Pero HRD no es para corregir defectos sino para ALTERAR, TRANSFORMAR una foto en otra cosa. Y esa cosa final no sabría definirla exactamente...
Los calificativos más utilizados por los propios perpetradores son: "irreal", "onírico", "como de cuento"... Para mí, una definición más exacta sería:
"HDRHay que Destruir la Realidad"


Yo respeto a quienes les guste el resultado final, porque entiendo que para ellos lo importante es eso, el resultado final. Pero como ya dije, para mí lo importante es el proceso. Buscar el tema, encuadrar, hacer la foto y captar el momento, aunque sea imperfecto. La realidad es imperfecta, la Naturaleza es imperfecta (si la rueda estaba sucia... ¿porqué hay que hacerla brillar?)
Me viene a la mente que quizá lo que pasa es que huimos de la imperfección, la rechazamos. Igual que rechazamos a los feos o a los gordos porque no encajan en un cánon de belleza que, por cierto, habría que revisar. 
La búsqueda de la perfección, aunque sea irreal. Virtual. 


Alguien dijo una vez que la búsqueda de la perfección siempre conduce a la frustración. 


La fotografía te permite traspasar las barrera de las limitaciones del cerebro humano, ver más allá, hacer magia, hacer visible lo invisible y grande lo pequeño. 
Y todo eso sin necesidad de hacer irreal lo real.
¡Supérate!, ¡haz la mejor foto que puedas o sepas!


El aprendiz.





jueves, 21 de junio de 2012

18 de Junio de 2012. Las 7 diferencias

El pasado lunes fue uno de esos días en los que no cunden nada las dos horas de taller. No sé si sería porque iba con una idea prefijada y mi profe me planteó otra propuesta o sencillamente porque no estaba hábil con el pincel. Me inclino más por lo segundo.
El caso es que a las pruebas me remito: Después del taller apenas se pueden distinguir los cambios (iba a decir avances, pero no me atrevo). Es como jugar a aquellos pasatiempos de "buscar las 7 diferencias".
Estado del cuadro a 18 de Junio de 2012
A veces juego a eso con las niñas: Les enseño la última y la penúltima foto del cuadro y miran los cambios. El resultado es muy curioso. A veces, cambios que para mí son significativos pasan inadvertidos para ellas.  Es un buen ejercicio para ver hacia qué partes de un cuadro se dirigen las miradas "limpias". 
En este caso, no me arriesgo mucho si digo que pocos apreciaríais mas de 2 o 3 cambios. Algunos son tan sutiles que creo que sólo yo sé que existen. Sin embargo, sé que había que hacerlos. 


No se me ocurre mucho más que contar. 




El aprendiz.


martes, 12 de junio de 2012

11 de Junio de 2012.



Abre una nueva exposición sobre Edward Hopper en el Thyssen. Hay que ir a verla. Más allá de sus archifamosos cuadros me llamó la atención el "New York office". Cómo con 4 pinceladas es capaz de plasmar la sensualidad de la cara de la rubia.
Edward Hopper: "New York office"

Seguro que más adelante volveré a Hopper pero vamos, al grano. Es hora de pintar.
Llego al taller nerviosillo y con ganas de volver a mirar el cuadro, a ver si no cambio de opinión sobre la cara al verlo. Llego, lo miro y... ¡SÍ!
Ahí está esa cara. No desentona, no se te va irremediablemente de mirada a ella. Puedes elegir no verla. Eso es buena señal. Me gusta. La doy por terminada. 
¡Qué guerra me has dado!


Hoy estoy yo sólo. Clases particulares.
Mientras me voy preparando, comentamos el tema del día: Rafa Nadal y su 7º Roland Garros ¡Qué alegría! Y lo mejor de todo, una alegria sana, nos alegramos POR ÉL. No es porque haya ganado en París (¡toma!) al Serbio (¡TOMA, TOMA!), bueno, un poco sí.
"¿Y de alonso qué me dices?" - digo mientras empiezo a mezclar grises una vez más.
- "Bueno, no estuvo tan mal, teniendo en cuenta que al final es todo cuestión de suerte, pudo ser peor. Yo soy fan de Alonso, pero "E." es más que fan. Sólo Maradona está por delante en su ránking.

Tango muchas ganas de terminar la mitad derecha del cuadro y me pongo a la faena de pintar la mugrienta cadena y el plato. Cuando acabe eso ya sólo me queda la parte izquierda, que me tiene preocupado... (vaya idea eso de que se "despegue" hacia atrás...) Pienso que al final la cagaré (siempre tan optimista) y no habrá quien entienda el cuadro. Pero es un ejercicio y me fío de "E."
¿Porqué me empeño en querer pintar con tanto detalle si luego lo miro y me parece infantil?  Me viene Hopper a la cabeza: Lo importante es la luz, el color. Simplificar las formas aunque parezca inacabado. Aunque esté inacabado. 
Como decía Antonio López ante un cuadro inacabado: " Ahí queda". ¡Qué parco y que claro, el jodío! 
Como casi siempre, lo simple es lo más complicado.
(Por cierto, creo que me estoy enrollando. Me propuse no alargarme)
Y mientras yo voy pintando algo, "E." empieza a ver la selección de fotos que llevo en el Ipad. ¡Qué bien, le gustan!, y además se parte de risa (le viene bien). Y yo me doy cuenta de lo afortunados que somos por haber viajado tanto.
Antes de irme quiero plantear el lado derecho para ver qué rara pinta va a tener. Y le hago la foto de rigor.
Estado del cuadro a 11 de Junio de 2012
Ya en casa, miro la foto y... ¡vaya!, veo un par de fallos de bulto que habrá que corregir.


El aprendiz.




martes, 5 de junio de 2012

4 de junio de 2012. Luces y sombras.


Ya estoy delante del cuadro.
¡Vaya tela! Qué feo es el chino CABEZÓN (ver post del 28 de mayo)... me recuerda al monigote que Mr. Bean pintó sobre el cuadro "La madre de Whistler" en aquella película. 
Secuencia de la película: "Mr. Bean"
Tengo que borrarlo antes de que las demás lleguen. Lo pintaré de nuevo. Esta vez me he preparado. ¡Vaya si me ha preparado! Aplico el gesso y le doy caña con un secador. 


Llevo toda la semana dándole vueltas a cómo deshago este entuerto. "Es una cuestión de luces y sombras", me dice E., ¡pero lo difícil es colocarlas!.
Tres pinceladas bien dadas.
Me tiene que salir.  No importa que no se parezca al chino de la foto. Al fin y al cabo, a quien le importa ese chino. Me conformo con que se vea que es chino.
Lo he ensayado mil veces, a lápiz y con pastel, y tengo claro dónde va cada luz y cada sombra. Ya está seco el gesso. ¡A por ellos, oeeeeee! 
Pinto la cuadrícula y dibujo a lápiz. Tiene buena pinta de momento.
Mezclo los colores para hacer 3 tonos. Con eso debe haber suficiente.
Mientras las chicas charlan, yo a lo mío. No sé de qué hablan pero apostaría a que están poniendo verdes a los hombres. Es terapeútico. 
¡Ya está la cara! Me faltan los ojos... ¡joder, si casi no tiene ojos!
Pienso otra vez en A. López (sí, como siempre) ¿Cómo es capaz de tanto detalle con un pincel? Yo no soy capaz de hacerlo...
¡Ah, claro!, es que no es un ojo lo que hay que pintar, son 2 manchitas pequeñas bien puestas: La luz y la sombra.
¡Ya está!
Me levanto, cojo una galleta de chocolate y me alejo. 
¡Ahora sí, j...! 
¡Lo tengo!, ¡Por fin! 
Pero... ¿qué pasa ahora? Me ha quedado pálido y ahora los brazos son muy gordos...
- "... ummm, bueno, eso es fácil de solucionar" - me dice mi profe. 
- "Borra un poco de brazo y acláralo. Al fin y al cabo, los chinos son algo palidos, ¿no?"

Al principio pienso que eso es trampa, pero en seguida ese pensamiento se va (menos mal) y tiro para adelante. 
Estado del cuadro a 4 de junio de 2012
¡Qué narices, es verdad que los chinos son pálidos! (y mejor no tocarlo más)




El aprendiz.

NOTA: Ya sabéis lo que significa "j...", pero no lo pongo porque si lo leen mis hijas, me regañarán) 






viernes, 1 de junio de 2012

El sol del membrillo.

Estos días he estado viendo por fin la película "El sol del membrillo" de Víctor Erice. Lo tenía pendiente desde que vi la exposición de Antonio López en el Thyssen, hace tiempo ya.
Antonio López me hipnotiza. No sólo su obra, sino también la persona. Su sencillez. Su parquedad en palabras. Su paciente obsesión por plasmar del natural. 
La película muestra el proceso de realización del famoso cuadro de Antonio López, "el Membrillo".
Secuencia de la película "El sol del Membrillo". Víctor Erice
El cuadro está sin terminar. Fiel a su idea de pintarlo al natural, tuvo que renunciar a acabarlo. No le daba tiempo. Tras un periodo de reflexión (siempre silenciosa) no duda en parar, darlo por terminado y guardarlo. 
Antonio López: El Membrillero.
Y lo más sorprendente, monta un nuevo tablero y se pone a dibujarlo... ¡a lápiz! 
Antonio López: El membrillero
Es curioso. Este cuadro no fue de los que más me gustó de la exposición. Ahora lo veo con otros ojos.

El ver esta película me ha producido muchas sensaciones y reflexiones. La escasez de diálogos y banda sonora dan todo el protagonismo a la imagen.
Sólo puedo decir que me transmitió PAZ y CALMA. No hay prisa. A pesar de que cada día que pasa juega en contra del árbol. El cuadro evoluciona al ritmo del membrillero hasta el final.
El SILENCIO es protagonista. Un silencio rodeado de "ruidos" tan cotidianos como un perro ladrando, las noticias en la radio, el pintor tarareando canciones regionales en voz baja, los obreros picando la pared, el tren pasando... SILENCIO.
¡Y qué conversaciones con su esposa y su amigo!
Con apenas 3 frases se lo dicen todo. No hace falta más. Yo, que me empeño en enrollarme...


(Quizá en estas "horas de fuego", me hacía falta sumergirme en esta película. Lo necesitaba)


Y sobre el proceso pictórico he aprendido varias cosas:

La primera de ellas ya me la decía E. : "Un cuadro nunca está acabado". Es el pintor quien lo da por terminado. 

Y otra cosa muy importante que he aprendido es que no importa cuántas veces tengas que repetir algo. Lo importante es que estés satisfecho con el resultado.



Volvamos al chino.
He decidido volver a pintar la cara desde el principio. La volveré a borrar. No pasa nada por borrar algo que no funciona. Las veces que sea necesario. Hay tiempo.


El aprendiz.







Dibujar no es lo mismo que pintar

Admiro la precisión de grandes pintores como Picasso, Dalí, Antonio López, que son también grandes dibujantes. Tan distintos y tan geniales. 
Antonio López: El membrillero
Picasso: Genevieve
Salvador Dalí: Don Quijote
Cómo con unas pocas líneas bien colocadas son capaces de construir un retrato, un membrillo, un caballo...
Yo no soy capaz. No es que dibuje mal, pero siempre he sido un poco guarrete con el lápiz. Soy de mucho repetir líneas hasta que ajusto. Quizá por eso me iba tan bien el carboncillo. Vas ensuciando, ensuciando hasta crear el tono medio, y luego borras para las luces, y manchas más para los oscuros.
Sin embargo, aunque creo que es una gran ventaja, también hay grandes pintores que no son buenos dibujantes. Porque no es lo mismo dibujar que pintar. El COLOR es la diferencia.

Luces y sombras.

Al dibujar se convierten en tonos de grises...
... pero al pintar tienen color propio, entidad propia. Hay que saber colocarlos, mezclarlos, comunicarlos entre ellos.
Trato de pillar el truco a la cara del chino usando todos los recursos a mi alcance. Tengo que comprender las formas. Si hace falta la maldita cuadrícula, pues la uso. Pero sobre todo, necesito "colocar" los colores. 
El aprendiz: Bocetos de la cara del chino
Otra historia será repetirlo en el lienzo, y con un pincel...


El aprendiz.