viernes, 15 de marzo de 2013

4 de marzo y 11 de marzo de 2013.

En esta entrada he reunido las dos últimas sesiones en el taller.

4 de marzo de 2013. Descubriéndola.


Dos semanas atrás me quedé en "las luces". 
He llegado al taller, he mirado el cuadro y me parece que ha pasado un siglo.
Estado del cuadro a 25 de febrero de 2013 
Dice mi profesora que es importante marcar primero las luces, ya que luego son las sombras las que las "enmarcan", dándolas sentido. Por tanto, para dar sentido a lo pintado  (cuesta ver una cara ahí), debo comenzar a colocar las sombras. Y espero colocarlas bien. Si no lo hago, mi hija desaparecerá transformándose en otra niña. En una desconocida. 
Y me dispongo a seguir completando el puzzle, entre zonas de ocres, rosas, grises...
Voy rellenando y de repente se vislumbra la cuenca del ojo, un pómulo, la barbilla...
Como por arte de magia, las luces adquieren sentido gracias a las sombras, se van ubicando, ¡y empieza a descubrirse una cara!
4 de marzo de 2013. Detalle de la cara.


Muy satisfecho, contento de haberla encontrado, empiezo a comprender aquello que escribí hace ya mucho, en los inicios del blog, que todo es cuestión de LUCES y SOMBRAS. Una vez más se hace realidad.


Y sólo ahora, cuando estoy escribiendo esto, caigo en la cuenta de que la vida también está compuesta por "luces" y "sombras". Y pienso que nos equivocamos valorando sólo las luces, ya que puede que ocurra como en la pintura: 
Son las sombras las que enmarcan las luces, y viceversa.
Y son las sombras las que dan valor a las luces.



El Aprendiz.




11 de marzo de 2013. Tomando forma.

Enfrento esta jornada con sentimientos contradictorios: 
Por un lado, desanimado porque ha sido un día malo, duro, de esos en los que uno sólo desea que terminen lo antes posible. Por otra parte, ilusionado al ver el resultado del trabajo del otro día. La cara va tomando forma y de momento, se parece al original. 
Con este panorama, y casi sin anestesia, me enfrento a "la primera en la frente": 
- "La nariz no está bien, hay que corregirla", me indica E. 
Está en lo cierto, y cuando me lo explica lo comprendo. Es importante corregirlo ahora, si no luego la cara no será la de mi hija. 
- "Bueno". Lo asumo y me pongo a ello. Hago las correcciones pertinentes y sigo.
Os muestro el detalle del cambio, porque es muy sutil, pero ahí está lo importante, algo tan sutil hace que sea la nariz de mi hija o la de "otra niña":
11 de marzo de 2013: Detalle de los cambios en la nariz.(ANTES-DESPUES)

Ahora me queda la parte derecha, la más oscura. Mi intención hoy es terminar todo lo posible la cara, dejando los ojos y la boca para la próxima clase (Sin embargo me estaba equivocando, aunque eso no lo sabría hasta un rato después...)

Como veis en el detalle anterior, los tonos de sombra van enmarcando las luces de la nariz, que queda delimitada. Así voy poco a poco rellenando.
La frente:
11 de marzo de 2013: Detalle de los cambios en la frente.(ANTES-DESPUES)
y el pómulo:
11 de marzo de 2013: Detalle de los cambios en el pómulo.(ANTES-DESPUES)

El resultado del trabajo de hoy es éste:
Estado del cuadro a 11 de marzo de 2013: Detalle

Me levanto de la silla, lo observo... ¡no está mal!

- "Aquí falla algo... ¡está mal!", me dice E. refiriéndose a las sombras del lado derecho del cuadro.
- "Has confundido los tonos oscuros con los claros" ("La segunda en la frente")

Vuelve a estar en lo cierto. 
¿Cómo me ha podido pasar?

Sin tiempo para corregir (ya es casi la hora de terminar), me quedo desconcertado. Me da rabia no tener tiempo para arreglarlo. Me fastidia. 
Mi objetivo de ir terminando la cara se va al traste. Aún peor, no sólo no he avanzado sino que el próximo día tendré que deshacer para volver a hacer.
Frustrado, recojo, hago las fotos de rigor y me voy cabizbajo. 

Lección de hoy: Con la pintura, mejor no marcarse objetivos ni metas. Mejor fluir. 

Sé que no es fácil de explicar el error si no veis el modelo, pero efectivamente, los tonos están cambiados. En mi próxima entrada, trataré de mostrároslo con fotos. Ya sabéis: "una imagen vale más que mil palabras".


El Aprendiz



NOTA: Hoy es 11 de marzo. Un día como hoy en el año 2004 fallecieron casi trescientas personas en un atentado terrorista en Madrid. Todavía hoy la sociedad madrileña y española no ha sabido unirse para pasar página. Esta división se hace patente en los distintos homenajes celebrados. Separados, enfrentados unos con otros, como nuestra sociedad. De momento y hasta la fecha, los terroristas consiguieron su objetivo.
  

viernes, 8 de marzo de 2013

¿Evolución o involución?

Un reciente estudio procedente de la Universidad de Stanford indica que en las últimas 120 generaciones se han producido mutaciones genéticas que han mermado nuestra capacidad intelectual. De hecho, se indica en dicho estudio que la masa cerebral actual es alrededor de un 10% menor que la del Hombre de Cromagnon. A modo de ejemplo, indica:
Apostaría que si un ciudadano promedio de Atenas del año 1000 a.C. apareciera súbitamente entre nosotros, sería el más brillante intelectual entre sus colegas y compañeros, tendría una buena memoria, una amplia gama de ideas y una visión importante sobre las cuestiones importantes”.

Parece que el "pico" evolutivo se produjo hace 500.000 años en África. Desde entonces estamos en claro descenso. 

O sea, que estamos yendo hacia atrás, no hacia adelante.

La pregunta que me hago es: ¿Por qué?


Sin duda, habrá estudios que dirán lo contrario. No trato de reflexionar sobre el estudio científico. Mi reflexión va más hacia lo que observo en el día a día.
Y observándonos en nuestra vida cotidiana, no hace falta ser un científico para darse cuenta de que nos estamos volviendo cada vez más débiles.
La sociedad del "estado del bienestar" que nos hemos creado nos proporciona (o eso era antes) todo lo que necesitamos y nos protege de los peligros, de los riesgos, de las incertidumbres.
Nos proporciona un subsidio si nos quedamos sin empleo.
Disponemos de una pensión cuando nos jubilamos.
Si enfermamos, la sanidad gratuita nos da los mejores cuidados.
Si nos gusta algo, no necesitamos ahorrar, el banco nos presta el dinero.

Somos el Primer Mundo. Una sociedad Avanzada.

Y la tecnología...
La tecnología nos permite movernos de un sitio a otro sin necesidad de saber por dónde vamos...
... nos permite "comunicarnos" unos con otros a cualquier hora, desde cualquier sitio, sin tener ni siquiera que conocernos en la vida real.

¡Para qué estudiar!, si tenemos toda la información a nuestra disposición. Cuando nos preguntan algo, ya no hacemos memoria, lo consultamos en Google o en Wikipedia.
¡Para qué aprender matemáticas!, si disponemos de potentes ordenadores más pequeños que una calculadora. 


Todo esto está muy bien, pero...
... ¿Qué pasa cuando se acaba el subsidio de desempleo?
... ¿Qué pasa cuando la pensión no da para llegar a fin de mes?
... ¿Qué ocurre cuando el banco deja de prestarnos dinero? 

Estoy SEGURO de que ante estas situaciones cualquiera de nosotros haríamos TODO lo que esté en nuestras manos para salir adelante, no lo dudo. Pero la cuestión no es si queremos salir, sino si podemos. ¿Somos capaces? O nos hemos vuelto torpes... sin recursos...
(Palabras olvidadas: Esfuerzo, sacrificio, renuncia, disciplina, ...)


Sí, es cierto que todas éstas son situaciones límite, no pretendo frivolizar, pero pensemos en algo más "trivial"...
... ¿Qué pasa cuando estás sólo en medio del campo, sin un mapa, y se pierde la cobertura de GPS y/o tu smartphone se queda sin batería?
... ¿Qué nos pasa cuando un día nos dejamos en casa el teléfono móvil?
... ¿En qué continente está Hawai?  
... ¿Quiénes fueron los Omeyas?
... ¿Cuánto son 2/3 de 540?

... ¿Cuantos Amigos (con mayúsculas) tenemos? 
... ¿Cuántas personas nos importan de verdad?

...
... ¿Somos felices? 



Creo que todos tenemos respuestas a estas preguntas, ¿o no?


Observo cada día cómo proliferan lo que yo llamo las "fábricas de frases hechas" (esas frases lapidarias que valen igual para un roto que para un descosido), las escuelas de motivación, los libros de auto ayuda (recetarios para ser feliz), empresas de coaching, gurús de la felicidad (¡qué mal me caen los gurús!)

Todo esto es un claro síntoma de que NO somos felices. Y somos más débiles que antes.

¿Somos capaces de darla la vuelta a todo esto?
Por el bien de mis hijas espero que sí.


El Aprendiz

lunes, 4 de marzo de 2013

18 de febrero de 2013. Una cara.

Después de la "posesión" que me invadió el día anterior, el reto para la clase de hoy era ni más ni menos que comenzar con la cara de una de mis hijas, la de la derecha. 
Con posterización o sin posterización, me da mucho miedo afrontar una cara, y si además es la de tu hija, más aún.

Me da algo de vértigo haber llegado a este punto. Lo realizado hasta ahora me gusta (creo que me está quedando bien el efecto) y el riesgo de empezar a estropearlo aumenta dramáticamente. 
Sí, ya sé que es un ejercicio, que no pasa nada si no se parecen, que estoy aprendiendo, etc., pero lo cierto es que me gustaría mucho que al final las niñas del cuadro se parezcan a mis hijas, o que al menos tengan un aire. Si no quedan bien es posible que este ejercicio forme parte de mi aprendizaje, pero al final el cuadro irá a hacer compañía a aquellos que quedaron guardados en el trastero. Y, la verdad, viendo lo que llevo realizado hasta ahora, me daría pena.
En cualquier caso, hay que seguir adelante, y así lo hago. Me  dispongo a comenzar.

¡Adelante! 
"Mejor empezar por las luces. Las sombras" - me enseña E. - "serán las que delimiten bien las facciones de la cara y le darán el relieve necesario".  
Mi cabeza lo comprende. Tiene sentido. 
"Sin embargo" - me sigue diciendo - "tienes que ser preciso, no te desvíes mucho de las señales, porque entonces se perderán las facciones y no se parecerán". ¡Ay, Dios!

Este es el resultado del día:
11 de febrero de 2013: Detalle de la cara

Raro, ¿verdad?
Bueno, es que falta mucho aún (eso me repito yo...) 
Espero que las luces vayan poniendo todo en su sitio, porque si no... 
Además, no me cundió mucho. Anduvimos algo distraídos hablando de "El Rinconcito" (el Taller de Artesanía de E.) y de otras cosas...

El próximo lunes, día 25, no vengo a clase (mira que es raro que falte, pero es por fuerza mayor), así que hasta el día 4 no volveré a tomar contacto con el cuadro. 
Espero que no me cueste mucho conectar de nuevo con él.

Y mientras, ando dándole vueltas a un tema de reflexión... quizá escriba algo sobre ello.


El Aprendiz.