martes, 25 de junio de 2013

Del 27 de mayo al 24 de junio. Ya queda menos.

Ya queda menos para el verano. De hecho, ya está aquí. Ha llegado y yo ni me he enterado. Las niñas terminan el colegio y empiezan sus vacaciones. Aún queda más de un mes hasta que yo empiece las mías. En teoría. 

Ya queda menos para terminar el cuadro. O eso espero. En el tiempo que ha pasado sin escribir he ido avanzando, no siempre en la dirección que quería mi "profe", pero al fin y al cabo hacia adelante.

El 27 de mayo terminé el abrigo de la derecha. El resultado final me gusta mucho. Además, al terminar esa zona "cerré" la esquina inferior derecha del cuadro (ya está toda pintada) Me gusta especialmente el contraste entre el chaleco acolchado y la camisa de la otra niña, que queda muy realzada. Ese contraste  "adelanta" claramente a la niña del centro. Como debe ser. Pero el efecto pictórico es claro. La luz delante.   

Detalle del abrigo. 27 de mayo de 2013
Para el siguiente día, E. quería que terminase la cara central antes de ponerme con la niña de la izquierda, pero yo tiré por el otro lado y comencé la tercera y última cara. Necesitaba ver a mis tres niñas en el lienzo y estar satisfecho del resultado, al menos antes de pintarles los ojos. Así que desobedecí a mi profesora... (¡pobre, qué paciencia tiene conmigo!)
Por tanto, las 4 últimas semanas (excepto un lunes que estaba de viaje), las he pasado con la tercera de mis chicas.

Hoy me apetece mostraros el proceso así:

 Cada foto corresponde a un día (10, 17 y 24 de junio) 

No quiero aburriros con muchos comentarios. Sólo algunos.
Creo que se ve claramente cómo va tomando forma la cara. Una pincelada nueva marca la diferencia. Sólo os sugiero observar la importancia de los tonos oscuros en boca ojos, cejas,... Marcan ABSOLUTAMENTE la cara y, sobre todo, el gesto (que es lo que hace que se parezca o no a mi hija)

A mí me gusta también observar los cambios debidos a correcciones. Por ejemplo: Observad la frente en la 2ª y 3ª imagen. O el perfil de la nariz (mucho más curvo en la 1ª y 2ª, y corregido en la 3ª)
La nariz todavía cambiará más. No estoy satisfecho con ella.

Las fotos me sirven, no sólo para mostraros el proceso, sino para reflexionar entre clase y clase, ya que no tengo el cuadro en casa.

Reflexión: Cada vez que miro el cuadro pienso: "¡Qué grande es!"
Bueno, la cuestión es que el otro día pensé que no había hecho ninguna foto del trabajo que mostrase su tamaño real. Aquí va una foto que lo muestra bastante bien, por comparación con lo que hay alrededor.

Foto del cuadro en del taller: 17 de junio de 2013

La dimensión se aprecia por comparación: Mirad el plato, las hojas, el otro cuadro del fondo (el nuevo reto de Lunita, que es del tamaño de mis anteriores trabajos)... 
Es grande, ¿verdad?

Perdonad. Ha salido muy largo este post. Y yo que pensaba que tenía poco que contar...
... y eso que no he mencionado ninguna anécdota de mis compañeros y profesora, que las hay... 


El Aprendiz.

lunes, 10 de junio de 2013

Héroes anónimos.

Hoy no hay fotos, ni colores, ni pinturas. Hoy quiero acordarme de una amiga que lo está pasando regular.

Dejadme que os cuente una historia.  
Hace años, había una mujer que un buen día decidió tomar a su familia y unas pocas cosas más, dejarlo todo y salir de su tierra, con la esperanza de un futuro mejor para ella y los suyos. Y vino a parar aquí. Y se integró en esta sociedad española tan... Y tuvo la osadía de emprender un pequeño negocio propio. 
Su espíritu luchador, su buen hacer y, sobre todo, su forma de ser hicieron posible que pudiera ir a más, y a más. 
Y así pudo dar la mejor educación a su hija. Y pudo abrirse camino. E hizo amigos, muchos amigos, que es lo que más valora en el mundo.

Pero como en toda historia que se precie, tienen que surgir problemas. Vinieron separaciones dolorosas (aunque también algunos reencuentros). Y las cosas se torcieron aún más cuando comenzaron a fallarle las fuerzas. Esa maldita enfermedad. Ya no podía trabajar como antes. Ella quería pero su cuerpo no la dejaba.
Pero no se rindió. Nuevas ideas surgieron de su cabeza. Y cuanto más débil se sentía, más ideas surgían.
El poder de la mente frente a la fragilidad del cuerpo.  
En el país del subsidio ella emprendía, y aceptó reto tras reto aún a costa de su salud.

Y así, hasta hoy. 

Sigue débil. A veces se desanima y llora. Se siente sola. A veces incluso se arrepiente de haber hecho aquel viaje a España (no debe arrepentirse porque hace mucho bien aquí) Pero rápido se rearma y sigue luchando, soñando, creando, dando LUZ.
No ha perdido la fuerza interior ni las ganas de trabajar. Y tampoco ha perdido a sus amigos. No está sola. Todos seguimos ahí. 

Me imagino que todos conocemos a alguien que para nosotros es un héroe. Y si no, deberíamos esforzarnos en encontrarlo para conocerlo, admirarlo y aprender de él. Ella es el mío. Mi héroe anónimo.


El aprendiz.